¿Cuando Necesitas Ayuda Profesional?

Adultos

 1º Cuando crees que necesitas la ayuda profesional la puedes pedir cuando quieras. Si quieres compartir tu dolor con alguien, que te escuche y te ayude a sobrellevar el duelo lo mejor posible y a ayudarte en el camino. 

2ª Cuando un tiempo después del fallecimiento siguen apareciendo las manifestaciones del duelo de forma muy intensa todos o casi todos los días. Si no sabes si necesitas acudir a un psicólogo o no contesta el siguiente cuestionario con Si o No.

1. ¿Piénsas mucho en la persona fallecida hasta el punto de que te dificulta hacer las tareas diarias? 
2. ¿Cuándo recuerdas a la persona fallecida sientes una profunda tristeza que perdura mucho tiempo?
3. ¿Piénsas que volverá? 
4. ¿Le buscas por todas partes? 
5. ¿Tienes ausencia de planes, metas para el futuro o piensas que no hay futuro? 
6. ¿Te sientes embotado emocionalmente, como si no sintieras nada? 
7. ¿Has empezado a experimentar los mismos síntomas que tuvo la persona fallecida, te has empezado a comportar igual o has adoptado algún hábito perjudicial del fallecido?
8. ¿No te terminas de creer que ha muerto y piensas que todo es un sueño? 
9. ¿Tú vida está vacía y carente de sentido? 
10. ¿Tienes dificultades para aceptar la muerte?
11. ¿Parece que se ha muerto una parte de ti? 
12. ¿Estás amargado y enfadado con todos? ¿te irritas fácilmente? 
13. ¿Has perdido la confianza en los demás? 
14. ¿Siéntes falta de seguridad y control de ti mismo/a?
15. ¿Te sientes mal por estar vivo/a mientras la otra persona está muerta? 
16. ¿Piensas que es injusto seguir vivo?

Si has contestado que sí a alguna deberías pedir ayuda, sobre todo si has contestado que si a muchas.

Niños 

En niños es más sutil puesto que ellos no nos van a decir que necesitan ayuda. Tenemos que observarles para determinar si le tenemos que llevar a un psicólogo o no. Si aparece alguna de estas conductas deberían contactar con un psicólogo infantil: 

• Si el niño llora constantemente y por períodos prolongados.
• Si presenta rabietas también constantes y prolongadas por cualquier cosa.
• Si le notamos apático, como si no sintiera nada, si le da todo igual.
• Si no tiene ganas de jugar, de ver a los amigos, de hacer cosas que antes le gustaban…
• Bajada en el rendimiento escolar, no quiere ir a la escuela.
• Problemas para dormir y pesadillas frecuentes.
• Dolores de cabeza u otras dolencias físicas.
• Miedo a estar solo.
• Si vuele a etapas del desarrollo anteriores: se vuelve a hacer pis encima, balbucea, gatea, habla como un bebé…
• Imitación excesiva de la persona que ha fallecido.

Si tienes dudas o necesitas ayuda escríbe un comentario de forma anónima o no, para que podamos ayudarte y a otros/as que estén en tú lugar.

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